Esto
lo hago, porque definitivamente, ya no tenemos privacidad a partir de que
cualquier aplicación que osemos bajar a nuestros dispositivos obliga al usuario
a notificar al público pendiente de dónde estoy, qué como y a qué hora voy al
baño. Así que comienzo:
Música:
lo mismo escucho una sonata de Chopin, que una guacharaca portola cuyo ritmo
sicalíptico me hace fantasear con hombres de músculos marcados y brillo
sudoroso en la piel. Lo mismo escucho a Bach, que me acelero con electrónica Psyhco o caigo en depresión con los Tres
Ases; lo mismo me sale mi lado anarquista con Silvio Rodríguez que me sumerjo
en las profundidades del averno cortándome las venas con Emmanuel y su “Todo se
derrumbó dentro de mí”. Lo mismo escucho música disco que me zumbo 5 horas de
música cubana. Lo único que no soporto es la “Bandamax” y el reguetón, de ahí
en fuera ¡Venga! Ya lo dice Spotify.
Respecto
al cine he de confesar que me gustan los musicales de Hollywood, ya saben, desde Fred y Ginger deslizándose por la pista,
hasta Mickey y Judy cantando Good Morning.
Lloré con Bambi y Dumbo
y soñé (creo que lo sigo haciendo ¡maldición!) con el Principe Azul. Pero
también me reventé todas las ochentenas cursis como Me enamoré de un maniquí, La
chica de rosa (siempre quise toda la ropa que sacaba Molly Ringwald en esa
película), Barquillo de Limón y Porky’s. Mel Gibbson, Rob Lowe y Andrew
McCarthy poblaron mis sueños adolescentes. Confieso que vi todas las de Van
Damme y que Bruce Lee es su padre. Así que la próxima vez que Netflix les anuncie que estoy viendo una
de estas, ni se extrañen.
Confieso
que tengo un morbo rayano en la perversidad para ver videos de animales
tiernos, gente superada, historias de asesinos, moda exótica y trendy y páginas sobre “cómo ser más (lo
que sea)”, contesto test del tipo “Qué significa tu nombre”, “Qué animal eres”
o “Qué fuiste en otra vida”.
Y
bueno, les aviso que como ya bajé la aplicación de Foursquare, próximamente se enterarán de mi apasionante y excitante
vida, nomás les pido que si me ven en la funeraria de moda, no se queden con el
pendiente y pregunten que con quién.
1 comentario:
jajajaja condenada medusa, que bueno que tienes valentia por las muchas que no lo hacemos.... sicaliptico es mi favorito.
un beso!
no dejes de mandar tus escritos que me destornillan de risa.
otro beso.
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