miércoles, 31 de marzo de 2010

El caballero de Avignon

Yo había escuchado hablar de esta clase de caballeros, pero como mi curiosidad no tiene límites, me dije: “Rima, tienes que verlo para saber que es cierto”. Y me inscribí en el conocido sitio “buscocaballero- sensiblepuntocom”. Ingresé mis datos con cierto temorcillo, ya saben que una no puede andar dando sus generales así nomás. Y me di a la tarea de escribir el siguiente perfil: “damita gentil y sensible busca caballero con las mismas cualidades, que desee iniciar una bella amistad, pudiendo desembocar en una relación más formal que nos lleve de la mano a enfrentar los sinsabores de la vida”. Me gustó. Sonaba ingenua, con un toque de romanticismo. Lo guardé y me olvidé del asunto. A los tres días comienzo a recibir “guiños cibernéticos”: un cerradero de coquetos ojos en sistema binario invadieron el correo que abrí exprofeso. “superhalcón86 te ha mandado un guiño”; “peoresnada69” te ha mandado un guiño”. Me horroricé. Por supuesto que mi resorte indagatorio reventó e ingresé. Pude ver los siguientes alias de mis posibles acompañantes de vida: “reytiberius”, “miosito73”; “principeazul00”; “ojosdeeagle”; “raraespecie”; “negrosanto”; “astroman”; “zeuzencancun”; “papete”; “joetormenta”; “soloparamujeres”; “venenonumero5”; “cosita”; “amorimaginario” y así por el estilo.

¿Qué hacer ante tal oferta? Ni a cual irle. Decidí que la estrategia era ver el asunto desde el punto de vista sociológico y comencé a abrir los perfiles de tan misteriosos seudónimos. El rey Tiberius mostraba una foto en la cual aparecía cerca de una chimenea Luis XV, acariciándo a un León de plástico dorado con la boca abierta y mirada perdida. Desechado. “Mi osito” mostraba una foto de toda su humanidad en bella playa mexiquense. La panza desbordaba por encima de traje de baño tipo tanga y abrazaba con fruición una cerveza de conocida marca. Desechado. “Astroman” se mostraba orgulloso frente a su colección de monos de acción de la “Guerra de las Galaxias”. Desechado. “Negro santo” fue sincero, sólo pude percibir su sonrisa. “Principeazul00” me asustó, porque casi siempre el numerito indica el año de nacimiento y, o nació en 1900 o tenía 10 años. El rey Zeus, saludaba desde una tabla de surf; “Veneno” mostraba una torva mirada que me dio desconfianza de inmediato; “raraespecie” no fue merecedor de que yo abriera su perfil y “amorimaginario” no traía foto. Y ese fue el que abrí y esa acción fue mi perdición. Le mandé un guiño y dije “pues a ver qué pasa”.

A los tres días cumplidos, recibo una solicitud de ingreso a mi mensajero. Lo acepto. Comenzamos a platicar. Y yo, que mándame una foto. Y él, que no te la mando. “Bueno” –dije- “de perdida dame una descripción de tu persona”. “Muy bien” –me contestó- “Ahí te va”. La transcribo: 1.85 de estatura; delgado, pero musculoso; de sonrisa abierta y sincera; ojos azul cielo; cabello negro; nariz pequeña; boca de labios carnosos; frente amplia; no calvo; manos grandes; calzo del 9 ½. A estas alturas, vinieron a mi congestionada mente, cual remolino, todas las novelas de Corín Tellado, Jazmínes, Biancas y Barbaras Cartland que había leído en el salón de belleza de por mi casa. “Tengo que conocerlo” –me dije- “con esa descripción, camino al infinito y más allá hacia los sinsabores de la vida con singular alegría”.

Resultó ser oriundo de la bendita tierra donde vi la luz primera, así que fue fácil concertar una cita. No, no le pedí que llevara flor en el ojal, eso ya ni se usa. Y ese, fue mi segundo error. Llegué a conocido cafetin de la ciudad y me senté a esperar a que llegara el caballero en cuestión. “Que no sea ese ¡por Dios!” –pensaba-. “¡Si, que sea ese por favor” –clamaba al cielo-. Finalmente, escuché un silbido detrás mio: “¿Rima?” –Volteo, y cuál no sería mi sorpresa al descubrir al caballero de Avignon en persona. Literalmente. Transcribo la verdadera descripción: 1.58 de estatura –ligero error de dedo-; delgado pero con el músculo abdominal desbordando por encima de los pantalones; efectivamente, de sonrisa muy abierta; el hombre no podía cerrar la boca porque cien dientes afloraban de entre unos labios carnosos de tonalidad violácea; de la mitad de la frente, bastante amplia, surgia una mata de pelo negro lacio y ralo que peinaba con goma hacia atrás, lo que le daba un aspecto parecido a Drácula en sus mejores tiempos. Nariz pequeña a lo largo, pero a lo ancho me recordó a los nativos olmecas. Y efectivamente, calzaba del 9 ½, por lo que los zapatos sobresalían notoriamente de su voluminoso abdómen. Eso sí, tenía bonitos ojos. Pensé: “No, si no es la descripción, sino el acomodo”. Y claro, mi fértil imaginación. El resto, es historia. Ahora, pido foto en 3D de frente y de perfil, tamaño poster, con iluminación de día y que me sea enviada a vuelta de correo normal. Que no me vuelvo a creer los “guiños cibernéticos”.

viernes, 26 de marzo de 2010

Fiesta familiar

Las fiestas familiares siempre tienen algo que me ha fascinado. Son una mezcla de sentimientos encontrados, ganas de matar al primo o tío metiche, ganas de abrazar a todos porque hace mucho que no se les ve; rituales cursis igualitos a los centros de mesa alquilados. Así pues, México se caracteriza por hacer fiestas familiares “muégano” en donde la mitad de la familia se cae gorda con la otra mitad, pero que a la hora del guateque, jalan parejo arrasando con tequila, tacos y lágrimas de emoción. Hace poco, tuve la oportunidad de asistir a la celebración del quincuagésimo aniversario de bodas de mi retrotía y su señor esposo, hermano de mi papá. Y digo “retrotía” porque ella es la que me ha enseñado costumbres ancestrales como la ya conocida “piñata de salón” (Ver nota).

La fiesta fue al mediodía y llegamos todos, cayéndonos de catrines, para que los demás vean lo bien que nos ha ido y como la bonanza nos invade, aún en tiempos de crisis. Mi retroprima M se esmeró bastante en que todo saliera como debe ser, con un sinfín de detallitos: abanico para las damas –seguro era para mandarnos mensajitos, en vez de usar celulares- y un paquete de pañuelos desechables con significativo corazón en la parte exterior, todo amarrado con coqueto moñito.

Comenzó el jolgorio. Un gusto ver a los primos, besitos por aquí, abrazos por allá. Y corrieron las viandas, y se derramó el vino y las aguas de sabores como ríos de la meritita Jauja. Ya todos satisfechos, manchados de mole pero bien contentos, pasamos al programa -ejecutado por media docena de maestros jubilados, comandados por la mágica voz de R (así se anuncia)- que se nos hizo llegar con anticipación, para que le fuéramos tanteanto el agua a los camotes-. Se los pongo porque la verdad, vale la pena:

Programa de mano
Recital poético, musical, cine y retratos con motivo del cincuentenario del matrimonio C&C, Centenario de la Revolución mexicana y Bicentenario de la independencia de México.

Acto I
La profecía
Placeta del Salvador
El romance de la viuda enamorada
El Tabaco
Por azares del destino

Acto II
Corridos de Valente Quintero, Benito Canales y Catarino Maravillas
Águilas y Estrellas
A la mera hora del grito

Acto III
Romance del hogar
Romance del perro cojo
El niño, el perro y el milagro
El romance del feo

Cine y retratos
Enlace matrimonial C&C y tópicos familiares
Gracias por su asistencia y atención

¿Qué les puedo decir de este programa? Bajo los acordes de apoteósica melodía, digna de película de Ben-Hur, salió el provecto de mágica voz para comenzar el espectáculo. Poesía del Romancero Castellano y del “Declamador sin maestro” alegraron nuestra tarde haciendo las delicias de los grandes, porque los chicos brincaban como cosijos en la parte trasera del salón, desgreñándose y sacándose los ojos por un columpio. Puros poemas de “garra” de esos escritos para arrancar el alma y una que otra lagrimilla –aquí fue en donde entró en escena el paquete de pañuelitos-. El acto II estuvo a cargo de trovadores, entre los que se destacaba el afamado “Jilguerillo de Tierra Nueva”, señor chaparrito con un aire a Super Ratón y que a primera vista se le echaba de ver que no se resignaba a envejecer porque traía los bigotes pintados con negro de humo, seguro.

Posteriormente, pasamos a la sesión de cine y “retratos”; señores y señoras que antes no se habían muerto pero que ahora ya están en el “Valle del Josafat”, que así dice mi padre de los que se nos adelantaron. Claro que después de la foto 12,897 ya estábamos todos ligeramente cansadillos, pero aún así, nos mostramos interesados y atentos como conviene a la regla de urbanidad del Carreño. Ver a mis abuelos, a mis tíos bien jovencillos y aquella magnífica boda después de once años de noviazgo me hacen pensar en que qué bueno que se lograron, yo creo que finalmente prefirieron la casada que la demandada.

Nota: Este texto se los dedico con mucho cariño a mis tíos, con todo respeto, que cuando una dice así, después le dicen a una cada cosa....

domingo, 14 de marzo de 2010

30 cosas que jamás aceptará una mujer intelectual

1. Ver las revistas de espectáculos en el salón de belleza;
2. Que alguien le platique la novela y sepa de qué le están hablando;
3. Que ha leído libros de Cohello o de Carlos Cuauhtémoc;
4. Que le encantan los brillitos en las uñas;
5. Disculparse de la sesión de literatura para ir a ver el final de la novela;
6. Que le gusta la guacharaca;
7. Aceptar no haber leído una obra de James Joyce;
8. O de Milán Kundera;
9. O de Borges;
10. Que la obra conceptual que está viendo y que no entiende, no le gusta nadita;
11. Que a veces ve el futbol;
12. Que si ve una palabra nueva, no sepa su significado;
13. Que le encanta la ropa “animal print”;
14. Que lee compulsivamente la última novela de Dan Brown;
15. Que llora cuando va a ver una película de muestra;
16. Que disfruta horrores las películas de Van Dam;
17. Que asiste a despedidas de soltera, baby showers o reuniones de exalumnos;
18. Que le encantan las presentaciones en donde salen perritos, bebés o flores;
19. Que reenvía cadenitas “por si las moscas”;
20. Que todavía lee “Cosmopolitan”
21. Que se unió al grupo de FaceBook “Yo sé bailar la Macarena”
22. O al de “Yo también perdí un calcetín en la lavadora”
23. Que hemos comprado ropa de marca y leído a Nahomi Klein
24. Deshojar una margarita para saber si nos quiere mucho, poquito o nada
25. Pensar que cuando se te cae una pestaña, al ponerla entre tu dedo pulgar y el de otra persona se te cumplirá el deseo que pediste;
26. Que hemos leído a Daniel Steel...
27. Y a Corín Tellado
28. Ir a una Feria del Libro y salir con títulos como: “Cocinar con microondas”, “20 maneras de ser feliz” o cualquiera de Cony Méndez
29. Pensar que nos encontraremos a un escritor sombrío, melancólico y torturado al cual redimiremos con nuestro amor por medio de pláticas sabias al calor de una copa
30. Que nos gustaría comprar la “Barbie salón de belleza”.

sábado, 13 de marzo de 2010

Maquillando la vida: mentiras que nos dicen y decimos

Todos mentimos, tarde o temprano... aquí les pongo unas frases clásicas para que se inspiren o enfrenten la cruda verdad

"Te digo... no sé qué me pasa... seguro, estoy confundida, déjame pensarlo."

"El es simplemente un amigo, me pasa a buscar cuando ando por el centro, y yo lo llamo porque siempre me hace algún descuento."

"Te quiero, has sido muy importante en mi vida, nunca te olvidaré, siempre podrás contar conmigo en lo que quieras... los amigos no se fallan y se respetan..."

"Después de la tormenta llega la calma, porque después de ti... después de ti no hay nada."

"Estoy confundida, no sé qué pasa en mi vida y en mis sentimientos. Algo se me descompuso, no sé que fue, pero necesito un tiempo... No hay nadie en mi vida, ahorita no necesito a nadie conmigo.”

"No salgo a ningún lado porque tú me lo pides. Sé que no te gustan mis amigas y yo no salgo con ellas."
Eres la única persona que amo y amaré toda la vida....contigo quiero pasar el resto de mis días casarme, tener hijos...y jamás te voy a lastimar."

"Ahorita no quiero tener novio, tengo problemas, te juro que no me vas a ver con alguien en todo este tiempo."

"Te voy a dar una oportunidad..., pero esperemos a conocernos más."

"Tengo miedo que me hagas daño -y a la semana- "No sé bien lo que quiero, somos sólo amigos."

"Te quiero mucho pero necesito estar sola...no quiero a nadie ni lo voy a querer... yo soy la que se va a buscar nuevos amigos..."

"Eres divino. El problema es mío. Y con mi ex no volvería nunca."

"¿Pero cómo pudiste creer que era yo en el bar de la esquina con un tipo?

"...Y como vi nuestra relación tan estable, pensé que este tiempo nos podía hacer bien."

"¿Como estás?¿Trabajando mucho? Me quedaré a dormir en casa para que no te preocupes, mañana salimos amorcito."

"Siento que quiero estar contigo, pero que ahora no es el momento. Tengo que volver con mi ex porque siento que tengo algo pendiente."

"Es solo un viaje de estudios... te prometo que voy a volver de París. Voy a volver porque te amo y no podría vivir sin tí..."

"Pasaré el fin de semana en casa de mi hermana."
"Creo que estoy perdida..."

"Yo aguanto 8 años de novios contigo para después casarnos."
"Te juro que jamás miraría a uno de tus amigos."

"Ella: ya no te extraño como antes...

Él: yo te amo

Ella: yo también te amo, pero como amigos.

"La verdad, no tengo intención de tener novio por el momento."

"Lo nuestro se está apagando, yo ya no siento lo mismo... me di cuenta anoche en una fiesta, lo siento, de verdad que no es por otro, es que no quiero ahora tener ninguna relación."

"Soy muy cambiante. No sé bien lo que quiero."

"Te quiero mucho ¿sabes? Tengo ganas de verte, ya no me imagino la vida sin ti, no sólo te quiero, también te necesito, no olvides que soy tuya."

"¿Yo con Juan?...sería el ultimo tipo de la tierra y ni con esas estaría con él... es un machista al que no soporto sus ideas ni como es."

"El problema soy yo, no tú”. Una noche antes: "quiero que puedas confiar en mí, yo te amo, y no podría hacerte daño..."

13.00 hs: "¿Anoche? Mmmmm....salí con las chicas, el celular lo apagué para hablar tranquilas"

13.10 hs: "vinieron unos amigos de ellas, pero no pasó nada."

13.20 hs: "salí con un chico, volví a las 3 am, pero solamente hablamos de la vida"

13.40 hs: "LA VERDAD...SÍ, ESTOY CON ALGUIEN"

"Necesito un tiempo para pensar en lo nuestro."

"Yo me he arriesgado, enamorada, por personas que no valían la pena... Tú eres bueno, te quiero un montón, pero no me quiero arriesgar."

"Ahora quiero estar sola, no te preocupes, todo va estar bien. Ve a casa y sigue rezando para que todo cambie."

"En el campamento no pasó nada, mis compañeros me cuidaron todo el tiempo."

"Te juro que me duele mucho mas a mí que a vos."

"No me sigas molestando pues ahora estoy verdaderamente enamorada de Jorge".

"En estos dos meses no he ligado con nadie, solo salí con las amigas."

"No seas tonto!!!!...me llamó y fui sola al cuarto a hablar con él porque se le incendió la casa."

"Sabes que eres lo más importante para mí."

"Eres el primer hombre con el que tengo sexo.... con mi ex nunca pasó nada."

"Me quedé a dormir en casa de mi abuela, pero el teléfono no sirve."

"El me obligó... ni siquiera nos sacamos la ropa."

"Te juro que estuve toda la noche acordándome de vos."

"Esta noche no me llames a casa que voy a acostarme temprano."

"Necesito tiempo para pensar porque estoy confundida."

"Necesito un tiempo para saber cómo soy yo sola... yo te llamo."

"Él es sólo un amigo, yo nunca te mentí, ¿o no?"

"Te juro que Juan no me gusta ni un poquito."

"Necesito extrañarte."

"Ni aunque estuviera sola con él en una isla."

"Ni siquiera me puedo imaginar con otro hombre que no seas tú."


¡Hombre! Cuando es más facil decir que no.

domingo, 7 de marzo de 2010

¿A, B o C? Los Test

Uno de los mayores placeres entre todos los que ya he contado por aquí, es hacer test. Recuerdo unas revistas que salieron cuando tenía como 13 años que se llamaban “Tú” y “Eres”, que eran la versión adolescente de la ya conocidísima “Cosmopolitan”. Ávidamente, acudía a mi puesto de revistas más cercano a comprar la revistucha cada mes. Mal llegaba a mi casa y papel y lápiz en mano me ponía a contestar el test. Los temas se centraban en amor, gustos, comida, moda, maquillaje y absolutamente todas las banalidades de las que gusta una adolescente enamorada: ¿Le gustas a tu chico o eres una perdedora? Con ese título una se volvía avezada en el arte de la contestación; ¿Te ama o sólo eres su pasatiempo? –este es de los más mañosos porque el pobre individuo es el que debería contestarlo, no una; ¿Es amor o capricho? “¡Claro que es amor!” decía una para sus adentros “pero, vamos viendo, no vaya siendo” y a hacer el test; para saber cuál es tu tipo de moda; para saber si cumples cabalmente con las cualidades de tu signo zodiacal; para saber qué postre te representa; si eres primavera, verano, otoño o invierno en la colorimetría espiritista o títulos como ¿Eres Pinky o Cerebro? llenaban mi cabeza de conceptos, tratando de ser la “Chica Tú” que me mostraba la revista. Veamos un ejemplo:

Descubre algunas características de tu personalidad y sácales jugo.

1. ¿Crees que el día debería tener más horas?

a) Definitivamente, tengo mil cosas que hacer (gym, escuela, el cafecito, patinar) y necesito tiempo.
b) El día tiene las horas exactas, tengo tiempo para mis actividades diarias y disfruto salir a la naturaleza en mis ratos libres.
c) Tengo mis horarios muy bien organizados, tengo tiempo para cada cosa que debo hacer.

2. Vas a comer con tu novio y te toca elegir dónde ir:

a) Un lugar superfashion, puede ser en un centro comercial así aprovecho para comprar unas cositas o podemos ir al cine después de comer y aprovechar la tarde.
b) Un día de campo sería ideal para acabar con la rutina.
c) Elijo un lugar exótico al que nunca hemos ido, tal vez comida extranjera.

3. ¿Tienes tendencia a terminar las frases de otras personas?

a) ¡Sí! Parece que leo sus mentes cuando no saben cómo expresarse.
b) No soy muy respetuosa y espero a digan lo que opinan.
c) Me gusta conocer otras opiniones diferentes a la mía, escucho con atención.

4. Hay muchísima gente en la fila de los tickets para la pelí que quieres ver, tú…

a) Le encargas tu lugar al chico de atrás de ti, le haces ojitos para asegurarte que no te quede mal y mientras vas a dar una vuelta.
b) Tomas tu lugar en la fila y esperas tu turno.
c) No haces fila porque pediste tus boletos vía Internet

5. Cuando en la escuela hay trabajos en equipo…

a) Me parece horrible esperar que otros hagan cosas en las que tardan mil horas cuando se que yo lo hago más rápido, por lo que tomo la iniciativa.
b) Me encanta porque es la oportunidad de conocer a otras personas aparte de mi grupito de amigas.
c) Tiene su lado bueno y malo, por eso trato de que seamos organizados y valorar las ideas de todos para hacer un buen trabajo.

Antes de dar los resultados, porque estoy segura de que ya contestaron el test –es irresistible y adictivo- les diré que después de contestar mil quinientos test a lo largo de mi adolescencia, caí en la cuenta de que era bien fácil que me saliera lo que yo quería. Normalmente, las respuestas con mayoría de “A” eran tendientes a que no te amaran, que eras una tímida y que además te vestías horrible; las respuestas “B” eran el justo medio, ibas por buen camino, pero todavía te faltaba mucho por recorrer y las respuestas “C” correspondían a lo que querías leer para ti: linda, simpática, él te ama, de eso no hay duda. No los haré sufrir más, he aquí las respuestas:

Mayoría de A
Contigo, ¡qué viva la fiesta! Vives la vida al máximo y a mil por hora, eres activa, abierta y muy curiosa lo que te lleva a descubrimientos increíbles. Lo peor para ti es sentirte atada, así que haces cambios divertidos a lo cotidiano para sentirte bien.

Mayoría de B
¡Relajada sin duda! Eres amante de la naturaleza, te muestras sin máscaras. Disfrutas los paseos que te permitan alejarte del mundo de vez en cuando para disfrutar descubriéndote. Eres discreta, haces amigos con facilidad y disfrutas tu independencia. Estás en armonía contigo y con los demás.

Mayoría de C
Has encontrado tu propio estilo, ¡eres elegante y exclusiva! Te encantan los detalles y disfrutas descubriendo los tesoros que no se ven a simple vista. Posees una gran sensibilidad que te permite percibir lo duradero en la vida, te gusta la cultura y la disfrutas al máximo.

Los caminos hacia la construcción de la autoestima, son insondables.

lunes, 1 de marzo de 2010

Retiros espirituales o de cómo no darle gusto al cuerpo

Ahora que estamos en época de mortificación y recogimiento por cuaresma, he recordado –no sin horror- aquellos retiros espirituales a los que asistía cuando aún pensaba que me cuidaba mi angelito de la guarda. Haciendo un recuento, puedo afirmar ahora, que las monjas tienen un lado oscuro perverso y malévolo y si no, niéguenme esto:

Las instrucciones para asistir al retiro espiritual consistían en llevar ropa cómoda y un almuerzo elaborado por nuestras abnegadas madres. La mía se esmeraba, de tal manera que siempre llevaba un delicioso sándwich de jamón y queso amarillo, un bolillo con cajeta, fruta picada en un “toper” y una cantimplora de esas de plástico con tapita roja que había antes, llena con limonada en su punto. Todo esto debidamente empaquetado en una bolsa de pan blanco “Bimbo” cerrada con su correspondiente liga. Las muy curras tenían unas loncheras de metal impresa con la serie de tv de moda y un termo miniatura haciendo juego que se guardaba dentro de la maletita.

La perspectiva de pasar un sábado desde las 10 de la mañana y hasta las 6 de la tarde con las compañeras de la primaria y ¡sin uniforme! era ya bastante atractiva por lo que yo estaba como flecha, lista para emprender una nueva aventura... religiosa.

La primera actividad del día era la misa de bienvenida en la capilla de la escuela, entrabamos todas, muy derechitas, formadas en fila por estaturas y nos sentábamos en las bancas de a seis en seis, pero ¡guay de nosotras si volteábamos para atrás! Zape seguro en la cabeza. Las compañeras del coro entonaban entonces “¡Señor permite que te haaaable hoy, del dulce encuentro que me cambióooo...! Canción que francamente a mi me parecía más un bolero tormentoso que melodía incitadora al recogimiento espiritual... Y las del coro siempre me cayeron gordas porque se sentían con voz privilegiada de ángeles, mientras que yo cantaba como Ganso Coco.

Una vez ejecutada la misa, nos íbamos al patio y comenzaban las pláticas del retiro, que fluctuaban entre temas como la Pentecostés, que sigo sin entender y “el niño perdido y hallado en el templo”, que entiendo mucho menos. Me maravillaba cómo el padrecito reflexionaba sobre un versículo de la Biblia durante horas sin aburrirse... él, porque nosotras a la media hora ya estábamos como leones enjaulados y queriendo salir a correr. Me acuerdo de un sacerdote que cuando hablaba siseaba porque tenía frenillo y por supuesto, mi atención morbosa se centraba en la forma de hablar del hombre más que en sus palabras, achaco este sucedido al hecho de no entender el misterio de la santísima trinidad.

Finalmente, llegaba la hora de comer. Entonces una monjita pequeña, blanca y con ojitos aguanositos nos decía: “Queridas niñas, ahora vamos a la comida. Como uno de los objetivos es que sean compartidas con las demás, vamos a intercambiar los lonches entre todas. Escojan una lonchera que no sea la suya por favor”. Eso y una puñalada trapera eran una y la misma cosa, porque por supuesto, a mí siempre me tocaba el lonche de una niña cuya madre desnaturalizada había puesto en la engañosa lonchera de metal un plátano pasado, una “Bonafina” y un chupirul.
De lejecitos, las monjas nos observaban complacidas, regodeándose en su malévolo plan. En esos retiros espirituales dejé mis recuerdos más queridos quemados en una pira inquisitorial, mis lonches más sabrosos y recojo los restos de mi espíritu. Después de años de ir a las misas de viernes primero, usar el escapulario durante veinte años y ofrecer sacrificios al niñito Jesús, ya puedo afirmar sin temor a equivocarme que puedo pecar tranquila.