jueves, 20 de octubre de 2011

Impunidad amorosa

Recién he platicado con una amiga sobre qué hacer cuando una conoce a un tipo en algún antro, restaurante, cafetería o esperando el camión y como que se siente esa química en el ambiente. Y hemos llegado a la misma conclusión: lo que deberíamos hacer es acabar con la impunidad amorosa y pedirle sus generales asentados en una cartilla obligatoria, como la militar. Todo mundo se preocupa que si porque la violencia esto o aquello, que si porque el sistema de justicia está de la patada, que si porque la policía es corrupta, que por que Fulano es hijo de Mengano y por eso goza de impunidad. Pero yo no conozco a nadie que se dedique a combatir la impunidad amorosa. Y lo peor de todo es que como todos los involucrados en el proceso se ofrecen a sí mismos como libres de culpa, bien buenas gentes y jamás andan avisándole a la nueva relación de que ya fueron infieles más de diez veces, que no pasan la pensión y que además son pegones pues aquí les pongo nuestra propuesta, y digo nuestra porque nos pasamos toda una tarde muertas de risa planificando lo que sería la SECONIA, que suena amenazante pero no es otra cosa que la “Secretaria Contra la Impunidad Amorosa”, la cual estará en convenio permanente con el ministerio público, el DIF, la PRODEM, el IMES y la PGJ, por mencionar algunas.

Para empezar, se tienen que dejar establecidos los delitos –federales, por supuesto- que se perseguirán, juzgarán y condenarán tal y como si se tratara de un delito punible en todas sus formas, a saber:

  • Estafa emocional: jurar amor en vano o crear falsas expectativas amorosas;
  • Antecedentes de infidelidad;
  • Plantones en registros civiles (en iglesia no aplica por las leyes de reforma):
  • Cortar la relación utilizando excusas baratas como: “necesito tiempo”, “Yo soy el del problema” o “necesito estar solo”;
  • Que se siga viendo con su exesposa o lo que es peor, que siga viviendo con ella por “cuestioneseconómicasperonotenemosnadaquever”.

Como es larga la lista de la inpunidad amorosa, ya estamos concretando un reglamento con su respectivo código legal que espero algún día me publiquen. En este punto debo hacer la aclaración de que la edad de aplicación del reglamento será iniciada la mayoría de edad y hasta aproximadamente los 70 años, donde ya no hay nada que hacer.

Por otra parte, la SECONIA ofrecerá a la ciudadanía femenina los siguientes servicios, que se proporcionarán a las solicitantes sin costo alguno:

  • Servicio de denuncia anónima las 24 horas del día, los 365 días del año;
  • Disposición de banco de datos en donde, de forma cronológica, se proporcione información del número de noviazgos, matrimonios, relaciones extramaritales y otras y la duración de cada uno de estos rubros; razones de la ruptura y argumentos utilizados;
  • Sistema vía telefónica testimonial anónima sobre su desempeño sexual, preferencias y/o parafilias; enlace directo al buró de crédito, vicios encarnizados como alcoholismo o drogas, por mencionar algunos.

También se asentarán los siguientes datos en la cartilla: si el sujeto vive aún con sus padres después de cumplidos los 30 años; cuántos partidos de futbol ve a la semana; consumo de bebidas embriagantes promedio por semana; coeficiente que indique el grado de retención de datos importantes como cumpleaños, aniversarios de novios o de matrimonio; si ronca; si se baña diario y si le habla a su automovil.

Aradezco infinitamente a mi amiga BN por su apoyo en cuestiones legales para la redacción de esta nota. Si alguna de mis lectoras tiene alguna sugerencia, con gusto se le atenderá en la sección de comentarios. Esta nota está dedicada a “Miss Teacher” con todo cariño ¡Ánimo!

domingo, 9 de octubre de 2011

Cómo convertirte en el amor de su vida

Recién se han manifestado en mi vida los que yo llamo “Zombis”. Son aquellos a quienes dábamos por muertos en nuestra vida, que ya olvidamos y de los que de repente nos preguntamos: “¿Qué se habrá hecho fulano o zutana? Los muy… tienen el descaro de verte y decir: “¡Estás igualita! Por ti no pasan los años… ¿Sabes? He de confesarte que tu eres el amor de mi vida. Analizando estas sencillas pero devastadoras palabras surgen muchas preguntas sobre cómo se convierte una en el amor de la vida de alguien: ¿Por qué en el momento de estar juntos no pensaba lo mismo? ¿Qué tragedia fue la que le pasó para que esta pobre criatura piense eso? ¿Qué oscuro pasado esconde? ¿Le iría mal con su ahora exesposa? Así que desglosando en asunto, pongo aquí algunos requerimientos para convertirse en el amor de la vida de alguien, confesión que no deja de resultar halagadora después de veinte años:

Primero, tienes que ser comprensiva: que si llega tarde una hora después de lo acordado, tu salgas con una sonrisa de manera inmediata, no lo hagas esperar y además le digas: “no importa amor, ya sé que estás muy ocupado”, aunque sepamos que lo que estaba haciendo era dormir o viendo el final de “Residen Evil IV”, que para eso estudian para zombis;

2. El detalle cuenta: si es 14 de febrero; se cumpla un mes de estar saliendo con él; sea su cumpleaños, navidad o fiesta significativa en su vida –por ejemplo, aniversario de la compra de su primer coche–, compra inmediatamente un detalle que sepas que le gustará: evita ositos de peluche y cosas ñoñas, ni se te ocurra pegarle a su auto post-it con mensajitos amorosos, mejor cómprale un kit de herramientas para el coche, una loción Hugo Boss o de preferencia una que nadie use –la puedes encargar a París– y dile que el olor a maderas te recuerda su viril aroma;

3. Siempre, siempre, prepárale la cena cuando te vaya a visitar a tu casa: la comida italiana es fácil y rápida o de plano, si la prisa es mucha, unas quesadillas, con su salsita molcajeteada –no de lata, por favor– y si le puedes ofrecer una chela o cuba para acompañar, mucho mejor;

4. Escucha: no lo llenes de palabrería sobre las broncas con tus amigas, ni le cuentes historias bobas de tu vida; de lo que se trata es de que se sienta el centro de tu universo y que todo lo que te platica, así sea que ese día vendió tres pares de choclo bostoniano del número 7, es de lo más interesante. Alábalo y demuéstrale tu admiración incondicional;

5. Sal a recibirlo vestida con prendas sugerentes: no se trata de ser corriente y enseñarlo todo, un escotito que deje ver tu surco intermamario –este término lo saqué de Wikipedia– de manera discreta lo hará sentirse deseado y sabrá que estas dispuesta a todo… Nada de que “estoy cansada” y “me duele la cabeza”, eso mata todo lo ganado;

6. No lo atosigues presentándole a toda tu familia, no lo comprometas a nada, siempre pregúntale si te quiere acompañar a la comida familiar o a la boda o la cumpleaños de la bisabuela, ya sabemos que eso les choca;

7. Tampoco, por ningún motivo le digas que él es el “amor de tu vida”, eso suena a un compromiso contundente y eso es precisamente lo que hay que evitar;

8. Y para rematar, después de demostrar que eres linda, detallista, siempre escuchas, estás dispuesta a hacerle de cenar y a tejerle un suéter, en ese preciso momento en el que el amor esta en la cúspide del enamoramiento, provoca una situación trágica que los separe: vete a estudiar a Inglaterra y dile que allá conociste el verdadero amor; dile que el amor entre los dos es imposible porque son de distintas sociedades y la familia se interpone y que la opinión de tu madre pesa demasiado; dile que tienes una enfermedad que te impedirá tener hijos o ya de plano, si nada funciona, utiliza el consabido “no eres tú, soy yo”, “necesito tiempo para pensar” y todo ese verbo que ya nos sabemos.

Te aseguro que dentro de veinte años, él te encontrará en el supermercado haciendo la compra, volteará para verificar que su esposa esté comprando canela en rama y te dirá: “¿Sabes? Tú eres el amor de mi vida”… Caray, yo no sé porqué no escribo en Cosmopolitan….