lunes, 17 de septiembre de 2012
La noche de los muertos vivientes
Siempre me han llamado la atención las películas de ficción. Lobos, vampiros, monstruos estelares de planetas lejanos. Pero mis favoritas son las películas de zombis. Investigando sobre sus características principales di con las siguientes:
A un zombi sólo lo puedes matar de un disparo en la cabeza, decapitarlo o destrozarle el cráneo con lo que se tenga a mano.
Los zombis no ven, sólo reaccionan al sonido;
Su alto poder consiste en que no sienten nada, les puedes romper cualquier parte del cuerpo y ellos ni se inmutan, seguirán persiguiéndote;
Su peligrosidad radica en que siempre andan en grupo, entre más zombis, más probabilidad de que te infectes:
Si te muerden, al cabo de unos minutos comenzará tu transformación…
Se desplazan de manera lenta y torpe, pero jamás se cansan, así que esto no impide que en algún momento lleguen hasta ti y se te lancen con todo…
Y que me acuerdo con todas estas características de los zombis que pasan por nuestras vidas… purititos hombres que se daba por muertos y que de repente se aparecen para infectarnos con sus palabras. Así que queridos lectores, publico a manera de advertencia una clasificación sobre cómo sobrevivir a un zombie que entra en sus vidas sin avisar con manual de supervivencia incluido:
El zombi “fuiste el amor de mi vida”: este es un espécimen peligroso, de los más letales que hay, ya que ataca directamente al ego de sus víctimas con esas sencillas palabras. A nadie le desagrada que le digan: “fuiste el amor de mi vida”. Para sobrevivir: no ha más que responderle: “¿Fui? ¡Ah! Pues que bueno que ya no soy, así ya no sufres y lo tienes superado.”
El zombi “siempre te he amado”: este es una variante del anterior, pero aquí la peligrosidad del individuo radica en que te están afirmando sin empacho alguno, que te siguen amando, y que durante veinte años no han comido, ni dormido, ni tenido sosiego alguno porque son muertos en vida desde que los dejaste… Para sobrevivir: compadécete un poco de él y regálale un curso de cómo hacer poesía en cinco fáciles lecciones, así se desfogará un poco, serás su musa eterna y siempre te verá como la diva lejana que jamás será suya.
El zombi “amigo”: este entra dentro de la clasificación de baja peligrosidad, porque fueron amigos, pero nunca cuajó nada. Se llevaban bien, compartían cosas y era tu mejor amigo hasta que él cayó en otras redes y tú te replegaste. El problema con estos, es que luego quieren retomar la amistad y ya no es lo mismo. Para sobrevivir: dile que todo tiempo pasado fue mejor y que quieres mantener esos bellos recuerdos en tu mente. Que no es él, eres tú.
El zombi “come carne”: este es el más peligroso de todos. Regresan después de veinte años a querer reanudar una relación que en su tiempo fue “free” y te ven como su “por mientras encuentro…” Para sobrevivir: ¡Aléjate! No permitas que entre de nuevo en tu vida, te traerá dándole vueltas al asunto, nunca se comprometerá contigo porque ya tiene una vida hecha y viene arrastrando un pasado tormentoso. Lo más seguro es que acabes cargando el muerto por años y no veas resultados.
Definitivo, las películas de zombis son mis favoritas.
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