sábado, 23 de mayo de 2009

I Google

Lo malo de pasarle mi teléfono celular a todos es que luego recibo mensajitos. Y no es que me moleste recibir mensajitos, eso es muy bueno y reconfortante, pero luego recibe una cada cosa... me explico. Alguien por ahí pensó que yo era una especie de oráculo de Delfos posmoderno. Entonces, los poseedores de mi número piensan ante una situación en la que tienen que discernir: “¡Ah! ¡Ya sé! Le voy a mandar un mensajito a la Rima pa’ preguntarle”. Y se arrancan escribiendo en el lenguaje ininteligible que ya he platicado a “redactar” preguntas como estas:

“Oye, Si tengo un minidisco y lo meto en mi compu ¿Luego lo expulsara?”
“¿A cómo están los cables USB para conectar mi impresora?
“¿Dónde compro crémor tártaro?”
Si limpio una plumilla de caligrafía con thinner ¿Se deshace?
¿No tienes un remedio para quitar las manchas de mostaza de una blusa blanca?
¿A cómo está ahorita un Cd?
¿Se puede grabar un disco por partes?
¿Me puedes decir dónde busco la vida y obra de Miguel de Unamuno?
¿Cuál es la ruta de transporte que me lleva a la colonia Héroe de Nacosari? (Ni siquiera sé de una colonia que se llame así)

Y así, por el estilo. Esto me hace recordar también la serie de preguntas y comentarios en situaciones que nos dice la gente, ignoro si es por nervios, porque les intimida platicar contigo o por hacerse solidarios:

Cuando te caes: ¿Qué te pasó? ¿Te caíste?
Cuando pierdes algo: Pero, ¿En dónde?
Cuando te roban: Pero, ¿No te volaron nada de valor, verdad?
Cuando piensas en musarañas y la inseguridad hace presa del otro: ¿En qué estás pensando?
Cuando estás viendo una película de muestra: Entonces ¿El chinito era travestí?
Una mamá a la familia: ¿Qué quieren de cenar?
Niño chillando por un juguete: ¿No quieres mejor una paleta enchilada?
Después de 15 años de matrimonio ¿Todavía me amas?
Cuando sufres una pérdida: ¿Cómo estás?
Cuando chocas: Pues ¿Qué no te fijaste?
Cuando te ven: ¿Todavía no te vas?
Cuando llaman al teléfono de tu casa ¿Dónde estás?

Pero se agradece el interés y la confianza, eso que ni qué.

domingo, 17 de mayo de 2009

Reglas de etiqueta por Messenger

Hace muchos, pero muchos años existían las caricaturas de los Supersónicos. La familia Sónico poseía en su hogar la tecnología de punta para tener una vida cómoda y feliz. Cómo olvidar a Robotina y su eficacia en cuestiones del hogar. Pero lo que a mí más me gustaba era el teléfono que tenían: una gran pantalla en donde aparecía el interlocutor en grande y a todo color. Esa tecnología ya está entre nosotros y sólo tuvimos que esperar treinta años aproximadamente. De todos es sabido que ahora existe el famoso “chat”. Este sistema de comunicación consiste en una pantallita en donde, por medio de una dirección de correo electrónico, podemos entablar comunicación escrita o hablada con nuestros amigos o conocidos. Pero hete aquí, que para generaciones de la mía para arriba, este medio de comunicación resulta complejísimo en cuanto a reglas de etiqueta se refiere. Me explico: a mi todavía me tocó escribir cartas de a de veras, de esas en papel “de escribir” en donde uno ponía la fecha mero arriba y a la derecha y luego empezaba uno con la ya conocida fórmula “Estimada..., Querida...” o como fuera que nos gustara empezar las cartas. Luego venía el desarrollo del tema en cuestión, para finalmente despedirnos con un “esperando una pronto respuesta de tu parte, se despide, atentamente...” o ya en el colmo del cariño “recibe todo mi amor, besitos de...” o como fuera que les gustase acabar el epistolario.

Ahora no nos escribimos cartas sino e-mails y eso, si nos dan ganas, porque el MSN es la solución inmediata al recado rápido o a la platiquita sabrosa. Pero de la plática en esta pantallita se suscitan muchísimas situaciones que han dado al traste con amistades, matrimonios y relaciones en ciernes. He aquí algunos ejemplos –en cuanto a la plática escrita- de lo que aquí afirmo:

1. Si bien nos va, comenzamos con un alegre “¡qué onda wwweeee! O el ya conocido ¡Amiguiiiii! De la fecha, ni nos acordamos...
2. De acuerdo a la agilidad digital que poseamos seremos capaces de mantener esa amistad entre nosotros: resulta que las que llevamos taquimeca en la secundaria somos realmente rápidas para escribir y nuestro interlocutor puede ser que escriba de dedito, entonces el rollo escrito comienza a subir a velocidad vertiginosa y cuando acordamos ya transcurrieron cinco temas diferentes, lo que confunde e indigna al que está al otro lado de la pantalla; esto se deriva en nulas o malas interpretaciones y desencadena furia incontenible y frustración total por parte de ambos escribas;
3. Los emoticonos, tema escabroso y lleno de misterio: resulta que estos pequeños seres digitales supuestamente sirven para describir emociones, situaciones, invitaciones, propuestas indecorosas, estados físicos y sentimientos encontrados. Si usted ve un chat adolescente, lo más seguro es que jamás sepa qué demonios están platicando sus hijos con el amigui, porque los jeroglíficos ahí expuestos no los descifra ni Champoleón;
4. Otro problema con los iconos: a uno le encantan, son simpatiquísimos, pero tienen unos nombres encriptados que nadie entiende, cosas como: jiji, juju, asco, holis, ciao, byby o números como 345jiji... Llegado el momento de querer aplicarlos, nos acordamos de uno buenísimo que expresaría todo lo que queremos decir. En ese momento, nos vamos a la galería de monillos, lo buscamos en una resolución de 3 x 3 pixeles y cuando finalmente lo encontramos, nuestra amiga(o) ya nos está platicando lo caro que está el jitomate en estos tiempos de carestía... frustración total y luego nos preguntan que porqué pusimos ese monillo tan triste, que no es para tanto lo del jitomate....
5. Como hay de todo en la viña del emoticon, existen los monillos porno, éstos normalmente tienen nombres dificilillos, pero hay quienes se los cambian por otro más fácil... ¡Cuidado! porque podemos mandar monillos tres equis a quien no corresponde... esto me lo platicó un amigo de una prima de una amiga... la Rima no hace esas cosas;
6. De repente, por distracción, porque le llaman a una, porque se requiere de ir a la Toilette o a atender cualquier otra circunstancia, nos dejan colgados sin más... y ahí estamos, esperando a que el otro nos conteste y nada... ni por el cambio regresan... eso es indignante, descortés pero así es, son las nuevas reglas de “cortesía” del msn;
7. Podemos ponernos en estados de animación suspendida como “desconectado”, “ausente”, “ocupado” o “disponible”, pero nadieeee usa esos estados de manera real, de todos modos o te invaden las conversaciones o tú invades la de otros;
8. Si estás esperando a que ese “alguien” tan especial se conecte, ya te fue mal; el estado de ansiedad que provoca asomarse a la ventanita de contactos cada dos segundos para ver si el susodicho está conectado, puede acabar con los nervios del más templado. En mis tiempos se usaba contemplar el teléfono y decir: “suena... suena... suena”;
9. Si te pones en estado disponible, todo mundo se conecta contigo, excepto con quien quieres platicar;
10. El lenguaje escrito ha cambiado radicalmente en aras de otorgar rapidez a los que no estudiaron taquimeca, entonces escriben textos como el siguiente:

*Oii dspErtE cOn akEiia claRiidad dEl zOol Qe entrba pOr mi Ventana, abRii miiz Ojoz cuandO de prOntO eSe rAiitO de zOl briillanTe pegOo en mi rOztrO aun azii Zegi durmiendO pOr un ratOp maz ...al ratiitO desperte pEnzandOo qE Oi Speraba qE fOera un dia genEal .. dejandO de ladOo el qE nO abrria pOdidO dOrmiir pOr ztarte PenzaandOo y mas aun zOñandOthe cAdaaa iinzthantE... zin mEnziiOnar a ese aniimal zEr viivO iiamadO mOzca qE nO maz nO me dejO dOrmiir, zumBee ii zumBEee... trAte de MatarrlOo perO el zOeñO Qe me invadiia era maz fuertee QE miiz prOpiiaz fuerzazz... perO ezO nO bazthO parA dEjar de zOñarte ni un instante... tE extrañOo

Me quedo sin palabras al ver este tipo de escritos; se requiere de una combinación entre capacidad de dominio de mayúsculas y minúsculas, agilidad mental y efervescencia digital, los reto a descifrar esto... escribirlo... imposible para los de mi generación. Así, que ni se sientan, ni sigan con reglas de ortografía... lamento informarles que... Carreño ha muerto.

P.D. Agradezco profundamente la colaboración de mi alumna CC por el texto mandado por mensajero, lo publico con su venia. Gracias C.

sábado, 9 de mayo de 2009

Madre, palabra sublime, cariño sin par....

Bueno como es día de las jechus, el mejor homenaje que le puedo hacer a la mía es platicar todo lo que hacemos los 10 de mayo de cada año. En principio, he de decir que mi madre odia literalmente el dichoso día. La razón: dice que ella no puede poner cara de mujer mártir mexicana que espera que le regalen la consabida licuadora. En principio, si hay que regalarle a la madre algo pues que se ponga, se unte, se lea, se escuche o se coma. Siguiendo estos principios, el éxito del buen hijo está asegurado. Bueno, pues mi madre me festeja a mí y a mis hermanos, porque sabiamente afirma que sin nosotros no hubiera sido madre, aunque yo siempre le preparo lo siguiente, son pequeños consejos que sé los harán muy felices. Y por supuesto, quedarán bien y poco gastados:

1. Venden unas flores de plástico monísimas en el mercado: las hay en varias presentaciones y envueltas en celofán, por lo que duran hasta que se mosquean;
2. Un acróstico nunca falla: para las mamás que se llaman María Guadalupe o Carmelitas, la inspiración fluye, a mi me sale barato, se llama igual que yo así que no batallo, nomás cuatro renglones;
3. Existen en el mercado recopilaciones de canciones para tal efecto. Le pueden comprar un disco con las melodías más lacrimógenas jamás creadas: Madrecita, en la voz del Príncipe de la Canción; Amor Eterno, con JuanGa, esa no falla; o la de Sandro de América, que si no lloran es que no tienen corazón;
4. Pueden preparar “El Brindis del Bohemio” que ya ven que es de rigor y siempre saca lágrima segura;
5. En las tiendas “de ocasión” venden unos diplomas que dicen: “A la mejor mamá” o “Madre, sólo hay una”, lo enmarcan y listo, le dan su diplomita;
6. Un bailable: para que se acuerde de los festivales a los que nos acompañó de pequeñas: puede ser “El Rascapetate”, o alguno flamenco;
7. Un portapañuelos decorado con sopa de letra, caracolitos o cualquier pasta. También pueden decorar una botella con diamantina y meten un pergamino enrollado con el significado de su nombre;
Y ahora la disculpa: la verdad me niego a ser parte de este tinglado mercadológico y si alguna cosa le tengo que agradecer a mi madre es su sensatez, buen humor, apoyo incondicional con la sarta de tontería que hago y que me haya inculcado que la festejara el día del niño. ¡Feliz día del niño mamá!