domingo, 23 de junio de 2013

Las sentidas palabras


Las sentidas palabras, para aquellos que no sepan cómo nombrarlas, son aquellas que se dicen en un momento de inmensa felicidad o de profunda tristeza. Normalmente, el encargado de emitir semejante carga poética a los invitados al convite son: el padrino, el festejado, el compadre y –en caso de fallecimiento– el familiar o amigo más cercano al difunto.
Antes de ver algunos casos dignos de mención, diré que para que no lo agarren descuidado y escuche las palabras con algo de dignidad y sin soltar la carcajada, siempre debe estar usted preparado para que en cualquier convite, fiesta, banquete o ambigú alguien se arranque con las sentidas palabras:
Escena 1: Banquete de boda. Momento después de cenar y a punto de hacer el brindis. Se reclama la presencia del padrino, mejor amigo del novio y quien ignora que la novia está embarazada de seis meses.
“Mi querido Pepe Toño, hermosa Marielita: desde que tuve la fortuna de conocerte Pepe, te he acompañado en noches de parranda, hemos tratado de desentrañar los misterios femeninos y si alguien nos hubiera dicho que a las mujeres no había que entenderlas sino quererlas, nos hubiéramos ahorrado muchas desveladas y crudas. (Risas forzadas de la concurrencia). Me honra muchísimo ser quien prodigue las palabras de brindis por esta hermosa y traviesa parejita que hoy culmina el camino iniciado hace ya dos años, cuando se conocieron en el rancho aquel, en donde intercambiaron miradas de coquetería y buena voluntad. Ahora, después de muchos entredichos, dimes y diretes y la oposición del padre de Marielita, quien ha olvidado sus pasadas rencillas y ahora está muy de acuerdo con que estas dos almas unan sus fuerzas en un solo fin común, vemos culminado el amor de esta dichosa pareja. Tú, apuesto y gallardo caballero, tendrás la santa obligación de proteger y cuidar a esta prístina dama que ahora se te entrega por primera vez (toses, risitas y comentarios del apreciable. Marielita se sonroja) y que cuidará de ti con solícita abnegación de esposa. Estoy cierto de que en un futuro no muy lejano, su amor se verá coronado con la llegada de varios angelitos que serán la dicha de su hogar. (El papá de Marielita saca su pistola y baja al padrino del tapanco a golpes de fusca. Ordena a los músicos que toquen y estos se lanzan con un reguetón).
Escena 2: Son los XV años de Estefani Desiré, regordeta y alegre damita que ataviada con el clásico vestido inspirado en “La Bella y la Bestia” de Disney, ha logrado entrar en él a fuerza de apretones y resoplidos. Después de bailar el vals con su papá y un hip-hop con sus amigas, toma el micrófono el querido compadre y padrino de la criatura, que se encuentra un poco pasado de copas:

“ Querida Tiffany: Al cumplir tus quince años estas entrando a la etapa más bella de tu vida. A partir de este momento dejas atrás los años de la niñez para convertirte en la joven que será el orgullo de todos... Es también la ocasión para reflexionar y decirte que pronto encontrarás un destino para tu vida como mujer. Nunca permitas que tu vida sea como una página en blanco: llénala de amor, llénala de sensibilidad y de alegría. Quiero decirte querida ahijada que a partir de hoy verás la vida de otra manera y seguramente tendrás muchas confusiones, pero estoy seguro que saldrás adelante y serás completamente feliz. Cuídate de los malos hombres y las malas compañías porque estoy seguro que los habrá en tu vida, deseo ofrecerte siempre mi apoyo y mi consejo, porque yo quiero mucho a tu papá, que es mi carnal y tu mamá, ni se diga, es la luz que ilumina mi vida… esta vida que no vale la pena si ella no está… ¿A poco no se parece a mí la Tiffany? Si está retechula la condenada mocosa… ¡¡inche compadreeee, me la robaste canijooooo!!!! (Mientras bajan al compadre del estrado, a Estefani le regalan su última muñeca).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dilecta Rima: Queridísima Amiga:
Hoy es tu cumleaños! Qué lleguen más
personas como tú, a poblar este maltrecho planeta...
Queremos pasteeeel! M.R.