domingo, 24 de junio de 2012

No tengo dinero… ni nada que dar

En estos tiempos de crisis, he pensado en mil formas con las cuales una familia promedio mexicana se pudiera divertir. Ya pasados son los tiempos en donde toda la familia salía al centro de la ciudad a jugar en las plazas, comprar globos, banderitas, fruta picada o papitas con chile. Pasados son los tiempos en que te comprabas una nieve o una paleta helada, o ibas al cine, sin temor a tener que gastar miles de pesos para satisfacer los caprichos familiares. He aquí algunas ideas para salir los sábados y los domingos y divertirse con un mínimo de gasto: Investigue cuáles son los fraccionamientos nuevos que se han inaugurado en las afueras de la ciudad. Los sábados y domingos son los días en que los posibles compradores de una casa de interés social pueden asistir a ver la casa muestra. Normalmente, estas constructoras colocan juegos inflables, regalan globos con el logo de la constructora, adornan con banderitas y si se tiene suerte, hasta bolsita de papas con chile o un imán para refrigerador les puede tocar. Lo malo de esto es que uno de los jefes de familia se tiene que fletar al vendedor que pasará más de una hora ponderando la ubicación del fraccionamiento, el cual queda a cinco minutos de la zona comercial, aunque no te dicen si en coche o bicicleta. El caso es que durante una hora, sus hijos podrán brincar como cocijos en los inflables, lo cual resulta una verdadera solución para la liberación de energía. Nota: las ferias de vivienda también son muy entretenidas y sale uno cargado de regalitos y folletos. Asista a demostraciones de automóviles o motocicletas: Normalmente, en estos lugares se le permite al Pater Familia subirse al auto de sus sueños, y lo dejan conducirlo por cinco minutos en el estacionamiento de algún centro comercial. Así aprovecha y le da la vuelta a su familia, aunque sea en un área de 20 metros cuadrados. Estos eventos tienen la ventaja de que se contratan a bellas edecanes que además de enseñar autos, enseñan pierna, así que será un deleite para el señor, aunque la señora acabe con el moño virado. Nota: debe usted llegar vestido de domingo y con cara de posible comprador. Domine la situación aunque no compre nada. Paseo por el supermercado: ya muchas familias han aprovechado esta oportunidad que les brindan las “grandes superficies”. Se lleva usted a la familia, abuelita incluida, gana carrito de súper en forma de coche o bien, alguno que incluya asiento para llevar a la octogenaria de forma cómoda y recorra los pasillos lentamente. No deje estante sin revisar. Procure comprar ofertas que incluyan premios a la salida, mostrando la nota de compra. Esto le llevará aproximadamente tres horas, lo que matará la tarde de un domingo en un santiamén. Al salir, no olvide mostrar su nota en los puestos de mayonesa, enlatados o productos de limpieza… siempre es muy agradable salir con un bonito sartén, dos palas para cocina, un aceite para coche gratis o una manopla para agarrar cosas calientes. Nota: ahí también encontrará bellas edecanes y música a 190 decibelios.

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