Lo sé. Un mes sin escribir. Un mes sin saber de mí. Es duro, pero así es. Estuve de parranda, estuve cambiando mi vida y mi maleta para otros confines mucho más amplios y por lo tanto, más seguros. En esta ocasión debo decir, pondré todo aquello que aprendí en esto de los cambios radicales. Aprendí...
Que cuento con más amigos de los que imaginé tener;
Que los que no pensaba que me ayudaran, estuvieron ahí;
Aprendí a pedir ayuda y a recibirla sin pensar que debía retribuirla;
Sólo el simple hecho de que alguien llamara para saber qué se me ofrecía, ya era gratificante;
Que fui capaz de hacer cosas que sólo yo ponía en duda:
Que es cierto lo que dicen: la felicidad es una construcción que sólo uno se puede otorgar;
Que siempre hubo alguien dispuesto a cargar conmigo mi pesada losa;
Que la familia y los amigos nos alimentan y nos hacen leve la vida;
Que los que me aman, se alegraron por mí;
Que los que no saben, también;
Que encontré nuevos amigos que estuvieron dispuestos a seguirme el paso;
Que los reencuentros siempre son hermosos;
Que vale la pena hacer las cosas bien y de buenas...
A todos, todos los que estuvieron junto a mí y entendieron, aceptaron, se resignaron, me echaron porras y me hicieron dulces todos esos momentos: la palabra gracias no me alcanza, como siempre, será insuficiente para derramar sobre ustedes toda mi gratitud. Y de aquí en adelante... seguiremos. Rima.
2 comentarios:
Mi querida Rima:
Qué bueno que ya retomaste tus escritos, eso significa que ya pasó la tempestad,que ya tienes teléfono (internet), que ya te pusiste en paz, y que pronto harás un "reventón".... saludos
irma my love!!! me tienes toda aburrida , ya te habias tardado en escribir , q se haga el café con el club mueganooo para actualizar el chisme jajjaj
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