1.Que no existe Santa Claus o el Niño Dios: ¿Qué mente perversa ideó semejante mentira? Eso es para hervirlo en aceite, para colgarlo o amarrarlo en la rueda. Durante por lo menos 10 años anda una de creída con ese argumento y haciendo cartas y yendo a la juguetería para escoger el regalo y mandando globos al cielo... caray, ¡que duro! Y no falta el acomedido que te diga que no es cierto, que son los papás...
2.El ratón de los dientes: hasta apellido tenía el condenado ratón. Pérez para mayor referencia. Mi padre me contó toda la historia: el ratón tenía un camión en donde recogía todos los dientes de los niños y se los llevaba a su fábrica de muebles, en donde convertía la materia prima en primorosos sillones, mesas, sillas y uno que otro banquito por aquello de los dientes careados. A cambio del fragmento dental, el ratón me dejaba una carta dándome las gracias y una moneda de a peso –verdadera fortuna en esos días-. Una vez me dejó unos aretitos de oro y eso no me gustó nadita, pero en fin, el ratón tenía sus razones. Yo, con la mente que me caracteriza, imaginé un mundo de ratones labradores que iban y venían laborando arduamente con los dientes de todos los niños del mundo...
3.Si te rapas, te saldrá más pelo: sin comentarios, sigo escasa de pelo.
4. Si le pegas a tus mayores, se te secará la mano: mi curiosidad científica pudo más que mi respeto irrestricto: pegué, me la devolvieron y mi mano sigue intacta.
5.La de la verruga en la mano no la platico....
6.Con el tequila se quita la gripe... no se quita, tampoco se olvida y aunada a la enfermedad anda un cargando una cruz....
Además, me falta por comprobar las siguientes:
1. Con un pedazo de carne de zorrillo se quita la tos;
2. La orinoterapia quita todos los males del cuerpo;
3. Que la baba de caracol deja la piel suave y tersa;
4. Que la rata es un platillo delicioso.
Yo con estas cuatro me quedo con la ilusión.
Nota: El 5 de enero de 2003 el Ayuntamiento de Madrid rindió un homenaje a este personaje de leyenda instalando una placa conmemorativa en el mismo lugar donde el padre Coloma situó la vivienda del roedor con el siguiente texto: Aquí vivía, en una caja de galletas, Ratón Pérez, según el cuento que el padre Coloma escribió para el niño Rey Alfonso XIII. La ilustración de esta nota es la placa conmemorativa dedicada al singular personaje.
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