viernes, 13 de abril de 2012

De jaculatorias y oraciones

Cuando nos encontramos en trance, apuro o peligro inminente, siempre es bueno tener a mano la oración exacta que nos ayude a pasar la pena de forma inmediata. Pues bien, me he dado a la tarea de hacer una recopilación de pequeñas oraciones o frases cuya efectividad está comprobada científicamente por los millones de personas que han obtenido el favor pedido con fervor. He aquí algunas de ellas: “Santa Rita, Santa Rita, lo que se da, no se quita”. Para los herejes también funciona: “el que da y quita, con el diablo se desquita”. “San José que no mal vuelva lo que ya se fue”. Aplicable en maridos, malas rachas financieras o reveses del destino En caso de verse en trance de amenaza por animal: “San Antonio bendito, amarra este animalito con tu cordón bendito”. No sabría decirles si aplica para arañas patonas, roedores o víboras, pero para perros, no.* También existe la versión de San Jorge: “San Jorge Bendito/ amarra tu animalito/ con tu cordón bendito/ y que no me pique a mí/ ni a otro pobrecito”. En esta versión no hay duda. “Santa Elena, que cada día me ponga más buena”. Optimista oración que debe rezarse con mucha devoción y que junto con los aparatos para hacer ejercicio o la media hora de caminata diaria, funciona acompañándola de una dieta balanceada. Para amarrar a la pareja: “Santa Martha, Santa Martha, no lo dejes en silla sentar, no en cama acostar hasta que a los pies míos venga a parar”. Para las cosas perdidas: Se hace un nudo con cualquier cuerda, listón o hilo que se tenga a mano y se dice: “San Donato si no encuentro lo que se me perdió no te desato…” Si se equivocaron con San Antonio, entonces pongo a su disposición esta jaculatoria que salió en la película “Los Tres Huastecos”: la cual las ayudará a sobrellevar la errada elección: “San Timoteo, que no sea feo” “San Ruperto, que no sea tuerto” “San Ramón, que no sea panzón” “San Ludovico, que sea muy rico” “San Pascual, que no sea animal” “San Preciado, que no sea divorciado” “¡Ángeles y serafines, que se cambie calcetines!” “Santa Elisa, y también camisa…” “San Alejo, que no sea p… muy viejo” “San Dionisio, que me dé buen servicio” Según la película, se reza durante ocho días, hincada arriba de un hormiguero, con los brazos en cruz; cuando se termina el plazo, se hacen tres reverencias y se manda un beso rumbo a la casa del susodicho. Y una más subidita de tono: “San Antonio, encuéntrame novio; San Eleazar, que me lleve a pasear; San Gabriel, que me sea fiel; San Hilario, que me dé todo el salario; Santa Eduviges, que esté bueno por donde te fijes; San Baltazar, que sepa besar; Santa Carlota, que la tenga bien grandota; San Matías, que me lo haga todos los días; San Ignacio, pero rico y despacio; San Crispín, que no sea un ´rapidín´; San Erasmo, que me lleve al orgasmo”. Y como sugerencia efectivísima, traer siempre un “Detente…”, que nos detenga, nos tenga y entretenga. *Nota aclaratoria: tiene que ser a San Antonio Abad, que es el patrono de los animales, porque si se encomiendan a San Antonio de Padua, que es el efectivo para conseguir marido, corren el riesgo de casarse con un animal.

1 comentario:

Medusa dijo...

Una aportación a mi columna ¡gracias Pimpo!
Una Monja con un grupo de internas por un pasillo, cuando ve a un hombre bien formado y desnudo tirado en el suelo. Ella piensa que sus alumnas no deben ver eso, y decide sacrificar su pudor y sentarse sobre el hombre,tapandolo con su habito. Al poco rato de estar sentada, empieza a decir: ¡AY! San Eloy, Esto no lo había sentido hasta hoy! ¡AY! Santa Maria, Yo no queria...!
¡AY! Padre Nuestro, que bueno esta esto! ¡AY! San Bernardino, Siento que me orino! ¡AY! San Alejo nada pen... ¡AY! Santa Martha, Mide más de una cuarta....! ¡AY! San Federico, Mira que esto está muy rico! ¡AY! San Clemente, Mira que esto esta caliente. ¡AY! San Benito, Mira que esto es muy bonito! ¡AY! San Rolando, Siento que me estoy mojando!
¡AY! San Rosendo, ¿Será que me estoy viniendo? ¡AY! San Tomas, Estoy que no aguanto más!! ¡Ay! San Bernabe, Siento que ya acabe...! ¡AY! Santa Canuta, ¡De esta me convierto en…