martes, 5 de julio de 2011

Cómo sobrevivir a la presentación de un libro

Hace poco fui a la presentación de un libro. La autora es una escritora reconocida a nivel mundial, por lo que el evento resultó un éxito. Pero no puedo evitar platicar sobre los sucedidos en tan magno evento. Después de las palabras cargadas de florituras, epígrafes de autores de la región y relevancia de la reunión por parte de las autoridades gubernamentales; después de la presentación del libro por parte de una adorable señora amiga de la autora; después de las palabras de la autora, que es de una sencillez y personalidad encantadora, después de todo esto, a la señorita conductora se le ocurrió decir que si alguien deseaba hacer una pregunta. Éramos quinientas almas atormentadas por la canícula solar, así que no faltó el sádico apuntado que se lanzó al presidium: un señor que a todas luces se le veía cara de bardo y que, sin asomo de pudor, soltó su comentario: -“Señora”- le dijo –“me permito leerle unas líneas de una poesía compuesta con los títulos de los libros de su autoría. Con todo respeto, dedicada a usted”- . Y que se arranca el hombre a declamar su “poesía”, efectivamente, utilizando los nombres de todos los libros escritos por la autora, que no son número despreciable. Hasta eso que los acomodó muy bien, porque tenían hilatura y congruencia. La mujer lo veía con una mirada de entre ternura y benevolencia. Aquí debo aclarar que el público se dividió en dos bandos: el integrado por los que sentían pena ajena de ver al hombre y soportaban estoicos el embate literario del bardo y los que de verdad creían que “¡qué bien escribe este señor, se ve que tiene oficio!”. Así que si alguna vez asisten a una presentación de libro, les pongo estos sencillos consejos para salir bien librados de la eventualidad:

1. Procure sentarse hasta atrás, así puede correr en caso de aburrimiento crónico;

2. En la parte de atrás es más fácil disimular un ataque de risa en caso de que a algún bardo lugareño le dé por declamar su última producción;

3. Si le toca sentarse adelante, procure llevar bufanda, pañuelo o fichú, sirven para lo mismo que lo indicado en el punto 2;

4. Siempre mantenga la vista fija en un punto, eso dará la sensación de que está sumamente interesado. También funciona una libreta de apuntes;

5. Lleve por lo menos 200 pesos consigo, si no compra el libro, por lo menos traerá dinero para diluir el trago amargo con unas chelas;

6. Si compró el libro, esté dispuesto a picar ojos, tumbar dientes y dar codazos para obtener el autógrafo del autor;

7. No se lance a la charola de canapés y copas de tinto como gato a bofe, siempre debe dar la impresión de que asiste para ver las novedades literarias y no para cenar gratis;

8. Aprenda palabras como: “articulación”, “congruencia”, “metonimia”, “lexia”, “constructo” y “concretizar” e intégrelas en su vocabulario al momento de que le pidan su opinión sobre la obra a homenajear;

9. No ande pregonando por ahí que usted fue compañero de 3º de kinder del escritor y que gracias a usted, él encontró su veta literaria: es de muy mal gusto;

10. Si no conoce a nadie de la concurrencia, intégrese a corrillos de dos o tres personas y ponga cara de interesante. El atuendo es básico, puede consultarlo en: http://medusaenapuros.blogspot.com/2009/04/como-sobrevivir-un-espectaculo.html o si lo prefiere en: http://medusaenapuros.blogspot.com/2009/04/instrucciones-para-ver-peliculas-de.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy Querida, -en ese orden- y Admirada Rima: Me colgaré de tu brazo en la próxima presentación a la que asistas, no importa si es de cosméticos por "catálago", o venta de servicios funerarios. Para así gozar de tu aguda percepción del momento, ¡en vivo y a todo color...!Besos. Nota:Llevaré una chalina, seguro la necesitaré.
Aliaschatita