miércoles, 11 de marzo de 2009

¡Oye Salomé...!

Siguiendo con las historias de familia, ésta que a continuación relato me causó mucha novedad. Resulta que antaño se usaba ponerle a las inocentes creaturas el nombre del santo que se celebraba el día de su arribo a este mundo. Pues bien, mi pobre bisabuela materna llamábase Jerónima, mejor conocida como Mamá Moma para los allegados. En un acto de violenta venganza ante tal apelativo, Momita le puso a sus hijas Saturnina –Nina para abreviar-, Serapia –Serapita, porque chiquito se oye menos feo-, Hildelisa –que era mi abuela hermosa y que toda la familia conocimos como Elisa- y para rematar, Salomé –que en el nombre llevó escrito su destino-. La tía Salomé, cuya historia es la más interesante de todas, se inspiró en la bíblica mala pécora y decidió en un arranque de pasión incontenible, fugarse con su novio a los United. Nunca se casó con el maldito canalla que la arrancó de manera tan alevosa del seno materno y quedose Salomé con un niño en brazos y abandonada, como bien consigna el poema de Julio Sexto:

Cómo me dan pena las abandonadas,
que amaron creyendo ser también amadas.
Y van por la vida llorando un cariño,
recordando a un hombre y arrastrando un niño.

Ramón, el vástago resultante de esos amores prohibidos, creció y decidió volver a México para conocer sus orígenes. Organizó el viaje en el cual Salomé se negó rotundamente a participar y emprendió el viaje hacia la tierra del agua miel para visitar a los parientes. Se le esperaba con ansias y con curiosa morbosidad: hijo-pecado-de-tía-innombrable-viene-de- os-united-con cargamento-interesante. Llegó en tamaño carrote Ford Coupé negro modelo 54, con un cargamento de ropa gringa que hizo las delicias de chicos y grandes. Él compró de todas las tallas y colores y fue repartiendo a diestra y siniestra las anheladas prendas a toda la familia. Pero lo más curioso fue que llegó con su esposa Mary, una india Cherokee nativa de meritito Illinois. Con trenzas y toda la cosa. Se crearon nuevamente fuertes lazos familiares y se juraron visitarse a la brevedad. Cuando Ramón llegó a su tierra, le platicó a Salomé de los parientes y ella aceptó finalmente que mamá Moma fuera para allá. Reunión familiar en Chicago. Mi tío R, hermano de mi madre, vivía allá y como todo miembro de la familia Ch, fue raudo a presenciar el encuentro entre madre e hija. Reconciliación. Celebración por parte de Mary, quien los obsequió con una sesión espiritista, pues resulta que la tía Cherokee se dedicaba en sus tiempos libres a ser médium. Digna nuera de la familia. El regocijo de mi tío R no tuvo límites y llegó platicando a la familia sobre tamaña novedad. Mi abuela lo mando de inmediato a santificarse con el sacramento de la confesión, pues ya se sabe que todas esas prácticas son pecado y están penadísimas por la Santa Madre Iglesia. De lo que se entera una en las pláticas de sobremesa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

chido chido primita te has vuelto media flojita ya no habias escrito este de salome esta padrisimo figurate mi la abuela de mi mama osease mi bisabuel se llamaba Jehova Hurtado

Anónimo dijo...

Jajaja
Gracias a Dios tuve unos padres normales, me libraron de ponerme Romanita (dia 9 agosto) y tambien de poner nombre de parientes, por que con que cara iria yo por la calle llamandome Castulita (diminutivo de Castula)
jajajaja
te felicito por tu pagina, me has enganchado
mi correo: regia68@yahoo.com.mx

Arturo Haro dijo...

Pues yo soy del 15 de diciembre.... Cheque el onomástico, nomás.