domingo, 30 de mayo de 2010

Todas las almas van al cielo

Hoy partió Kuka, la hermosa perrita de mi amiga Y. Fue su compañera durante poco más de doce años. Lo sé, los que han tenido una mascota sabrá de lo que hablo. Kuka fue una perra muy especial para quienes la conocimos. Acompañó a mi amiga, le sirvió de almohada, de comedora de secretos, de cobija... y cuando le rascabas las orejas y la panza, ronroneaba... es el único canino que conozco que ronroneaba. Querida amiga, te acompaño, lloro contigo. Lo único que te puedo decir es que, tan descreída que soy, tengo la certeza de que todos los animales van al cielo.

Te dedico esta pintura de Lisa Ballard, que se llama "Todas las almas van al cielo". Rima

2 comentarios:

Sivoli dijo...

Un perrito es como un hijo. No puedo decir más que complete esa idea. Se les sufre, se les goza y se les recuerda como compañeros-familiares que estuvieron/están de paso para significar este breve tiempo.

Híjole, la filosofía barata no se me da...

Medusa dijo...

De acuerdo con el comentario perruno. Con lo de filosofía barata, no. Considero que todos tenemos un lado filosófico, con el cual componemos el mundo... que es de las cosas más placenteras de la vida...