... dicen que un lobo se la comió. Mi madre es una señora muy especial. Es la típica mamá que nos contaba cuentos a mis hermanos y a mí después de un ajetreado día. Eso de estár arrebujada entre las cobijas, sólo iluminados por una lamparita horrible que hizo mi papá en sus años mozos -era un tronco viejo, de lo más truculento, digno de cualquier película de terror-eran de las cosas que más disfrutaba de niña. Bueno, pues mi mamá nos contó los clásicos cuentos: Caperucita Roja, Blanca Nieves, La Bella Durmiente... en fin, los ya conocidos por todos. Cuando ya nos sabíamos todos los cuentos al revés y al derecho, discurrió mi madre darle un giro artístico a la narración... y comenzó a contarnos los cuentos al revés: que caperuza era una niña muy mala y el lobo un angelito, que si "Negra nieves" abusaba de la reina y fue ella la de la manzana envenenada... demás está decir que esto despertó en mi una serie de fantasías de las cuales, a la fecha, no me he recuperado, aunque también sirvió para darme cuenta de que la vida era así... y que los principes azules nada más existen en los cuentos. Eso es algo que tengo que agradecerle a mi madre...
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