martes, 6 de enero de 2009

Fever night, fiver night, fever.....

Ahora con estas sugerencias que tengo de parte de un amigo que dice que qué bueno que le hago caso y que esto lo sabrá hasta que no suceda (¿?) paso a relatar las tardeadas de aquellos bellos años ochenta... para empezar, esas sí eran tardeadas, porque comenzaban como a las 6 pm y terminaban a las 9 de la noche... bueno terminaba yo, que era la hora en que me dejaban llegar a mi casa y para rematar las hacían en domingo, lo cual era muy bueno, ya que no conocí tardes aburridas de domingo como las que ahora se viven en mi pueblo quieto... Las tardeadas normalmente las organizaba alguna institución educativa para recaudar fondos para graduaciones y alguna intención loable o como decía un amigo “para una casa hogar, la mía”. La cosa era así: en un lugar de espacio grande, normalmente el Squash Lomas o el centro recreativo o el Skating Music –concepto que requería bailar en patines al más puro estilo Xanadú, lo cual a mí nunca me salió porque de plano no se me da eso de andar sobre ruedas-, nos juntábamos lo más pomadoso de la sociedad potosina a bailar como enajenados... el grupo que amenizaba tales reuniones se llamaba Keeper Sound y eran buenos para el disco de acetato... los cambiaban con una rapidez pasmosa... y luego hacían sus mezclas en casetes de 90 minutos marca Maxwell... Además, íbamos rete emperifolladas, con aquellos peinados de a lo Farrah, vestido abolsado y zapatilla de tacón pulsera con media nylon color nude. Parecíamos señoras, ¡qué cosa! De las canciones que recuerdo más era Rock Lobster de B-52, cancioncilla pegajosa que se bailaba dando brinquitos y con las manos al frente, una verdadera ridiculez... Billy Jean de Michel Jackson junto a otros éxitos como Thriller, en donde salían bailando unos muertitos o Rick Astley con su éxito discotequero Never Gonna Give You Up. A mí los que me encantaban eran los Bee Gees y su hermanito menor,Andy Gibb, sobre todo... El momento esperado por todos era bailar las “calmaditas”, que se entiende eran las que se bailaban de cachetito... Uyyy que te sacara el niño que te gustaba a bailar esas era literalmente ¡la gloria! Ya se sabía uno el disco o el casete de memoria y cuál seguía de cual. Y lo que me chocaba era que nadie te sacara, porque a veces lo que una quería era bailar nomás, sin negras intenciones ni nada, pero esos hombres siempre viendo de lejecitos... Por mencionar algunas: True del grupo Spanadau Ballet, Careless Whisper de Wham!; Hello con Lionel Richie; Righ here waiting de Richard Marx; Steve Perry cantando Sherry o Foolish heart. Claro que no faltaban los comentarios de las amigas: ¡Vas a bailar con él las calmaditas! ¡Pero si es bien mula! Y lo que pasa es que tenían una envidia loca porque ellas no salían ni en tómbola; en el colegio les decían que tenían que bailar “esas” con un brazo de distancia de por medio, aunque la verdad, yo siempre doblaba el codo ¡Bendito sea dios! Ahora nadie saca a bailar a nadie, se ha perdido fatalmente esa emoción de ver que el galán se acerca a ti y te dice “¿Quieres bailar?” No hay nada comparado con eso, las mariposas volaban muy alto en ese momento... A ver de qué se acuerdan ustedes...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Apreciable Rima, muchos podran comentarle que los hombres hacíamos una lista de prioridades para sacar a bailar, así mismo alguna estrategia para algún inprudente antepuesto. Las canciones daban pauta a la ejecución de la estrategia, así que cuando entraba Kool & the Gang, le tocaba a cierta niña, no se diga las calmadas, que esas se reservaban para con quiénes deseabamos pasar el resto de nuestras vidas, digamos, para relacionarse en serio; ¿sabe usted de aquella frase "hazme un quite" con la gordita? o esa de ¿quieres bailar? ¿no? ¡de hacer el amor, ni hablar!

Su lejano lector