martes, 23 de diciembre de 2008

Cadenas de amargura: los sanjuditas

Me encanta recibir cartas. Pero de las que mandas por correo certificado, entregadas por un cartero. Excepto las cartas que recibía uno, las llamadas “cadenas”. Eran cartas hechas a mano -la mayoría de las veces- en donde venía un escrito con una serie de narraciones inverosímiles y amenazantes. Si no copiabas 245 veces la dichosa carta, entonces caería sobre ti la maldición gitana, o el dedo flamígero de dios, o te pasarían miles de desgracias. Tengo una amiga que me dijo que ella las dejaba podrir en el frente de su casa hasta que se deshacían, no se daba por enterada y nunca le pasó nada... ¡bendito sea dios! Ahora, con la internet me he dado cuenta de que tengo miles de amigos que están preocupadísimos porque mi alma no se condene... y me hacen el grandísimo favor de mandarme “sanjuditas” como les digo yo a las cadenas por internet... A esas amistades de tan buenas intenciones, a mis hermanos, primas y demás parentela les digo y clamo con fervor: ¡No me manden sanjuditas! Estoy irremediablemente condenada a formar parte de la energía cósmica, así que por favor, cualquier intento de hacerme perder el tiempo leyendo las bondades del santo niño de Colombia, o de san Atilano de Macedonia, el cual dicen que es muy milagroso, será en balde. Además yo no conozco a “Lord Evo” que se ganó 70 millones de dólares y por no mandar la cartita se quedó en la inopia, o a la señorita Ewa Isjhy que por no mandar 20 copias perdió a su novio, pero después la mandó y encontró uno mejor. Ni conozco a la pobre de Alicia Juccio que se murió a los 10 meses estrujando con desesperación la carta en la mano. O a Carlos Daddy que se ganó un auto nuevo y por no mandar su correspondiente número de copias chocó al día siguiente. Espero que el monje latinoamericano que vive en Venecia y que inició la cadena, tenga la conciencia tranquila ¡Hombre! ¡Eso no se le hace a ningún feligrés! Además, se dan el lujo de poner rangos de intensidad benigna. Por ejemplo: si se los mandas a 1-10 personas en una hora, serás feliz; de 11 a 50 te sacarás la lotería; de 50 en adelante Billy Gates se quedará tarado al lado de la fortuna que amasarás. Y están advertidos: si en 96 horas de la llegada de esta nota bloguera no la han mandado a todos sus contactos, iré a sus casas y les jalaré los pies.... Por si las moscas háganlo, no vaya siendo....

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