No, no crean que voy a develar algún pasado oscuro. Ni tampoco mis secretos más dulces. En esta ocasión les platicaré sobre algunas recetas a base de polvos y pastas acarameladas que hacíamos mis hermanos y yo con gran dedicación y entrega, y que dieron como resultado que ahora tenga principios de úlcera gástrica. En aquellos tiempos mozos, había un tendajón llamado "El Cubilete". Este lugar jugaba el papel de santuario para todos los niños de la cuadra. En sus vitrinas mosqueadas podíamos encontrar "Ticos", "Brinquitos", "Chilim" y su pareja inseparable el "Salim"; "Frescolín y su gran surtido de sabores a agua en polvo y que nos dejaban simpático rodete rojo o verde alrededor de la boca; "Rielitos", pulpas y jarritos de barro rellenos de tamarindo picoso; "Seltz soda" que cuando lo chupábamos propiciaba en la boca una espuma blanca parecida a la de la rabia y que horrorizaba a nuestras nanas; pinole en cucurucho del cual comprabamos cinco o seis porque salían planchitas y cucharas de plomo -dicen mis primas que antes no morimos envenenadas-, kilométricos chicles "Bombero", o los "Motita" sabor fresa o plátano; Chamoys líquidos y en polvo y unos dulces horribles y que podían ayudar a cualquier dentista a extirpar piezas dentales en los que venía un letrero pegajoso que decía "Sorpresa, te ganaste otro caramelo". Bueno, con estos ingredientes, les pongo la receta para obtener la mencionada úlcera, ideal para faltar al colegio al día siguiente:
2 Rielitos partido en cuadritos. Se puede sustituir por "Pulparindo"
2 limones
3 Ticos
2 sobres de Chilim
2 sobres de Salim
3 pulpas de tamarindo marca propia
4 Brinquitos de chabacano -los de limón también sirven-.
Una pizca de salsa "Búfalo"
Se toma recipiente de vidrio -de preferencia los usados en la industria química- y se exprime el jugo de los dos limones en el interior. Se agregan los cuadros de Rielito y se dejan reposar durante 10 minutos aproximadamente hasta que aflojen. Se proceden a agregar el resto de los ingredientes poco a poco hasta que se incorporen a la mezcla, la cual debe tomar el conocido punto de "listón". Se acompaña con paleta "Enchilada" de mango verde o cualquier dulce que tenga palito. No falla.
Me acuerdo de una prima que hacía una mezcla de ácido cítrico con chile de árbol en polvo. A ella si le guardo un cierto respetillo, era toda una master. ¡Ah! Los dulces de mi niñez, un tormento que no le debemos a los chinos, por cierto.
5 comentarios:
ouch! nomas de leer me dolieron los cachetes...
creo q otra vez nomas yo le comento, por que no se animaran??
bueno aqui seguire, pa que vea que yo si leo su bloguesito...
Lo que pasa es que los días y semanas se van tan rápido que cuando vuelve uno a visitar el blog... tiene mucha tarea...
te cuento que mi padre, en algún tiempo inició el negocio de fabricar gelatinas en polvo... uno de los ingredientes era precisamente ácido cítrico. Aunque colocara el frasco en la parte más alta de la cocina, mi hermana y yo llegábamos a él y hacíamos apuestas para comer cucharadas sin hacer gestos.... sólo de pensarlo se me ha encogido la quijada.... saludos mi querida... y no, no me hagas caso... sigue escribiendo
Que rica tu receta,,mañana iré a comprar los ingredientes para hacerme esa bomba deliciosa soy fanatica de los chamoys y polvitos agrios a la fecha,,lo bueno que existe la ranitidina y en su defecto si tienen ya el hoyo pues el omeprazol x 14 dias..aun no llego a tanto con la rani tengo..pero que memoria tienes canalla!! hasta de las planchitas y cucharitas de plomo te acuerdas yo me acuerdo que las mordíamos y se amoldaban requetebien!
sigue sigue que tengo libre la noche no saldré a enfiestarme asi que a escribir que hay harta tarea!!tu prima P...G.
huy y yo pensaba que comía cosas raras... vaya, eso de la úlcera ni sentido tiene.... hay amiga!, luego te paso unas recetas, quiza no igual de buenas pero que de seguro también se te antojarán, ja ja ja.
Dulces exquisitos!!!! yo también los comía de niña resultado: gastritis!! pero si los disfruté, y de vez en cuando lo sigo haciendo aunque el salim ya no me hace mucha gracia, hace poco compré dos tiras para compartirlos con mis hijos y después de probar, nadie quiso volver a intentarlo, terminamos usándolos como aderezo para la lechuga con limón jajaja Me encantaría comer el chilito ese de sobre grande que se llamaba Trébol y las jirafitas que ya no existen pero en fin voy a hacer tu receta y acto seguido una ranitidina, butihioxina y metoclopramida jajajaja.
Erika
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