domingo, 7 de diciembre de 2008

Monografías...oráculo de antaño

¿Quién no recuerda las monografías? Nomás entraba uno a la primaria y las maestras se arrancaban pidiendo toda clase de cromos de los temas más variados: sistema planetario, el agua, los héroes de la independencia, civismo, el aparato reproductor. Y todos los días era dar la vuelta a la papelería a comprar las monografías que fungían como ilustración del trabajo, el cual consistía en copiar íntegro el reverso de misma –normalmente una redacción de dudosa calidad- y a pegar la estampita en la libreta… No imagino cuál sería parámetro para calificar este tipo de trabajos por demás antipedagógicos, pero las maestras calmaban sus sentimientos de culpa por no acabar el libro de texto gratuito de ese año en especial… Los dibujos se parecían a los monitos del libro vaquero y siempre estaban movidas, mal impresas. Había de dos tipos: las sencillas que mostraban la cara del héroe patrio en cuestión y al reverso su microbiografía. Las había más grandes, con muchas ilustraciones: éstas me gustaban más porque me ponía a recortar y cuando me sobraban ilustraciones hacía historietas en donde se veía al padre Hidalgo cabalgando con el estandarte de la Guadalupana sobre el ecosistema del bosque húmedo… Pero si uno no se ponía aguzado, corría el riesgo de recortar la valiosa información del reverso, porque nada más tenía un solo párrafo, grandote. Y que no se nos ocurriera decirle a los pobres padres a las 9 pm: “Papá, me dejaron hacer un resumen del sistema nervioso parasimpático” –porque he de especificar que las monografías son más efectivas que la enciclopedia Británica y el Larousse Ilustrado; tienen tooodoooos los temas en sus catálogos. Yo me sorprendía de esto; incluso pensaba: “No, seguro no hay monografía” y ¡Zas! Que la señorita con un profesionalismo de bibliotecaria y mirada cínica, iba a buscaba en orden alfabético en las cajas de madera, y ahí estaba, el comportamiento monogámico de los pingüinos Emperador… Estoy segura, al paso del tiempo, que las maestras de primaria se juntaban en cónclave secreto para decidir qué monografía pedir, mientras se tomaban su cafecito. Aquí les pongo una que me encontré de las fiestas decembrinas por si quieren sacar a algún hijo del apuro ahora que viene el puente Guadalupe-Reyes…

4 comentarios:

Unknown dijo...

Mi querida Irma... ayer que fui a la papelería a comprar unos palitos de madera, (porque sabrás que aún no acabo con mi nacimiento), me encontré a una señora buscando la monografía de las culturas mesoamericanas... yo me quedé ??¿¿¿ porque era una señora joven... y el hombre de la papelería le mostró, como bien describes, como 5 a elegir... el cento es que no hables en pasado... las monografías no dejarán de usarse mientras haya que ilustrar las libretas del colegio con el mayor colorido posible, de eso depende el 10... saludos...

karina dijo...

Jaja¡¡¡ yo era bien fan y mi mamá mas por ser profesora de primaria, jaja pero yo le decia láminas , no se por que , ademas recorde que mi madre guarda un libro de mi tio cuando iba en primaria como de hace 46 años , el libro es bastante chistoso, porque es como de tela y es todoooooo de puras monografias aa y huele raro como a periodico jaja pero no sabes como nos salvo por años a mi hermano y a mi ,no lo recortabamos era prohibido pero de ahi salieron muchas tareas.

karina dijo...

aqui esta el link de nuestro blog para q nos visites porfa¡¡
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dAnN... dijo...

irmaaa!! ia me aventé todas tus lecturaas! jaja y son muy interesantes! staba spr picada... de vdd me nknto tu blog! y no hago mención de las monografìas pork hasta ahora las recuerdo como el mas cruel de los tormentos!