lunes, 3 de noviembre de 2008

De asesinatos y cumpleaños

Tendría yo cuatro añitos –ingenua chiquitina, pensarán ustedes- cuando llegó a nuestro hogar, vía cigüeña, un “querido hermanito”. Yo no se en qué estaba pensando, que torcidos recovecos psicópatas recorrieron mi pequeño cerebro, el caso es que a la salida del colegio, llegó mi papá por mi. Y la monjita que entregaba a los niños le dice a mi papá: -¡Ay Señor C….! ¡Cuánto siento la pérdida de su hijito! Rimita nos acaba de decir… ¡Me saluda mucho a su esposaaaa!, que dios le de santa resignación… Por supuesto que mi pobre padre ha de haber sufrido un colapso nervioso y posteriores convulsiones; terror y espanto en su rostro. Me jaló de la coleta, me trepó al coche y nos fuimos volados a mi casita… en donde corroboró que mi chachetón hermano dormía en santa paz… Tengo borrados los momentos posteriores, pero de seguro me fue como en feria, al grado de que –doy gracias de hinojos- no me convertí en la asesina serial que prometía ser… Y luego dicen que los celos no matan… Ahí no para la cosa, no están para saberlo pero mi cumple es en verano, por lo que NUNCA, así como lo leen, NUNCA me felicitaban en las mañanas en las filas del colegio. La monjita pedía por medio de un magnetófono que ampliaba su tipluda voz: ¡Silencio chicos!, hagan filas, guarden su distancia, 1, 2, 3 ,4… ¡A ver, ¿quién cumple años hoy?! Cuatro o cinco chiquillos y chiquillas corrían al frente y todos entonábamos las mañanitas mientras los ruborizados chiquitines se jalaban de las trenzas o del mandil entre sí… y yo, nomás mirando… Hasta que un día me armé de valor y decidí decir que mi cumple era hoy, o mañana, o el mes que entra, el caso es que acumulé varias felicitaciones en el año y la satisfacción de ser el centro de atención una vez más… ¡maldito ego!

1 comentario:

Anónimo dijo...

MEDUSAENAPUROS:
JAPY BERDEI TU YÚ!...TU DÉI!