miércoles, 12 de noviembre de 2008

De una casita que tengo...

Mi padre siempre fue muy dedicado con hijos. Cuando era soltero había hecho una casita para las primas de los United, niñas muy bonitas y emprendedoras que irremediablemente crecieron. Nos heredaron pues, la casita. Era una hermosa casita de muñecas estilo victoriano que mi papá recontruyó con mucha dedicación. La pintó de lila, le hizo sus ventanitas, pasto de alfombra, helechos y florecitas la rodeaban. Tenía pórtico y un barandal hecho de alambre, pintado de blanco. Hermosa que le quedó. El detalle final lo componían los mueblecitos que la habitaban. Tenía detalles como cuadros en las paredes, focos en todas las habitaciones que prendían, un tocadiscos con todo y su disquito LP negro, un perchero con un sombrero colgado, baño completo, dos recámaras, estudio con escritorio de cortina y silla giratoria, sala, comedor con reloj de piso, cocina equipada y hasta perro. Bueno, pues en esa casita jugamos mi hermana y yo por horas; teníamos dos muñequitas que vivían felices con tantas comodidades. Ahora, lo que más valoro de este hermoso recuerdo es la dedicación de mi papá por hacernos ésto, por pasar horas en su "carpintería" dándole al serrucho, retorciendo el alambre, pintando todo para que quedara hermosa, hermosa para que sus dos muñecas jugaran en ella...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Niña Rima;
Todas las niñas soñamos con una "casita", felicidades
a las dos...¿Qué fue de la residencia? ¿Acaso me invirarías una tarde a jugar con ella? Yo
llevaría mi monita con su mascota, las galletas y tú...Tú pones el cantón...